Me ha ocurrido unas cuantas veces. Me voy a cruzar con una persona (da igual hombre o mujer, no estoy hablando de ligar), nos miramos durante un instante fugaz y de pronto me surge la necesidad de saludarla, como si algo dentro de mí la hubiese reconocido, como si poseyese rasgos que mi inconsciente identifica o asocia a alguien.
No lo he llevado a la práctica nunca, quizá para seguir creyendo que esa persona tiene la misma sensación que yo al cruzarse conmigo.
9 de diciembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
A mí me ha ocurrido eso también en alguna ocasión, que me han mirado fijamente... y no sé qué pensar... No sé si me gusta o me molesta...
Un besoteee
Lo peor de eso es cuando saludas y se te quedan mirando igual que te estaban mirando antes... (?)
A mi lo que me pasa es que me entran ganas de sonreír. Lo hago y terminamos saludándonos.
En la montaña, por los senderos, los excursionistas siempre nos saludamos.
En la ciudad, por las aceras, los viandantes siempre apartamos la mirada.
Publicar un comentario